REFORMA Y CONTRAREFORMA
REFORMA Y CONTRAREFORMA
El mundo anterior a la Reforma
El desarrollo de las
monarquías nacionales, entre otras causas, dio lugar a que el Papa perdiera
paulatinamente dominio e influencia sobre los diversos Estados de la cristiandad.
La Iglesia vendía prebendas y beneficios solo a las personas que podían
comprarla, y quienes la criticaban acusaban que muchos obispos no habían pisado
jamás sus obispados y recibían rentas, mientras la Iglesia cobraba.
El Papa entregaba al
creyente, a través de un documento, gracia y perdón de sus pecados, y a cambio
de esto, el católico pagaba una cantidad de dinero determinada.
La
Reforma de Lutero
Lutero responde haciendo una crítica total al sistema
religioso: niega a los sacerdotes su papel de intermediarios, propone la
interpretación personal e individual de la Biblia, rechaza los sacramentos como
formulismos vacíos y afirma que es la fe y no sus obras la que salva al ser
humano.
Alemanes y masas se hará cargo de las riquezas de la Iglesia
y serán los campesinos quienes ocupen las tierras de obispados y abadías. Los
seguidores de Lutero consideran a este cristianismo más puro y cercano al mundo
real. De hecho, por ejemplo, los clérigos protestantes tienen permiso para
contraer matrimonio.
La Reforma
fuera de Alemania
Dios todo lo sabe,
sabe quién se salva y quién no, de manera que sus obras no son importantes.
Así, quien está predestinado a condenarse, se condenará. En España, en tanto,
se extendió el erasmismo, pero más tarde, al pedir al Papa anular su matrimonio
y ante la negación de la máxima autoridad católica comenzó un período de
ásperas relaciones entre Inglaterra y el Papa.
La Contrarreforma.
El espíritu de la Contrarreforma se extendió especialmente
en España e Italia, donde el catolicismo resultó apoyado por el Estado
monárquico, cuando este unió filas en torno al Vaticano. En Trento se señala a
la Biblia como texto único y oficial de la Iglesia, se concretan y definen los
Sacramentos y se organizan obispados y parroquias, así como los centros de
formación para los futuros sacerdotes, llamados seminarios. Las disposiciones
generales del Concilio de Trento fueron recopiladas en un sumario escrito: Profesión de la Fe Tridentina.
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